Está
comprobado: una alegría muy intensa es capaz de inducir un paro cardíaco, así
como lo hace un sentimiento negativo.
Es
muy conocido escuchar que cualquier emoción negativa, como el miedo, la ira o
la tristeza, son capaces de causar arritmias cardíacas, e incluso un paro
cardíaco. Este evento se conoce como el “Síndrome del Corazón Roto” (TTS, sus
siglas en ingles), es una miocardiopatía, que puede llegar incluso a cobrar la
vida de quien la padece, y que afecta, sobre todo, a mujeres que se encuentran
en la etapa de la menopausia, que hayan sufrido algún episodio estresante
emocionalmente.
Según
estudios recientes, se ha determinado que algún acontecimiento que genere
felicidad, también puede desencadenar un cuadro clínico parecido. Se realizaron
estudios en 485 personas que sufren el TTS, y en el 4,1% de ellos, el factor
desencadenante fue un evento de felicidad. Los expertos lo llamaron “Síndrome
del Corazón Feliz”, y se presentan síntomas muy similares a las personas que
sufren de Síndrome de Corazón Roto.
Los
científicos mostraron su sorpresa ante esta evidencia científica. Entre los
acontecimientos que pudieron desatar crisis de Síndrome del Corazón Feliz,
entre muchos otros, están las bodas, sobre todo las de los hijos, un encuentro
de amigos del colegio, una entrevista prometedora de trabajo, la visita
inesperada de un familiar muy querido, un nacimiento o un cumpleaños de seres
muy allegados.
Según otros estudios, existe un 27% de probabilidades de sufrir un paro
cardíaco durante una fiesta de cumpleaños, que en una fecha ordinaria. En los
estudios realizados a las personas que presentaron síntomas determinantes del
Síndrome del Corazón Feliz, ninguna fue considerada mortal.
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